sábado, 13 de septiembre de 2014

10 MITOS DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO




1. El pípila.
No existen evidencias que permitan probar la existencia de Juan Martínez apodado “El pípila”. En realidad, los barreteros eran un amplio gremio en una zona dedicada a la minería, cualquiera de ellos, de cualquier nombre (Juan, Pedro, Víctor, etc.) pudo haber sido enviado contra las puertas de la Alhóndiga.






2. Porfirio Díaz cambió el grito al 15 de septiembre para hacerlo coincidir con su cumpleaños.
Si bien el cumpleaños de Porfirio Díaz era el día 15 de septiembre, existen documentos donde se  detalla que la ceremonia se realizaba en esa fecha desde 1846 (véase Días conmemorativos de la historia de México, pag. 158), durante el régimen de Porfirio Díaz se continuó con esa tradición que finalmente, se ha consolidado a lo largo de los años.





3. Hidalgo gritó: “Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América. Muera el mal gobierno”.
En realidad esa es una expresión del obispo de Valladolid Manuel Abad y Queipo, para dar cuenta del suceso. No existieron testigos presenciales que registraran las palabras exactas, hay en cambio, al menos una media docena de versiones de diversos historiadores de la época y posteriores, en las cuales se citan diversas expresiones para las palabras del padre de la Patria en aquellos momentos.

4. Hidalgo era como lo pintan
No. Nunca se hizo un retrato de Miguel Hidalgo y Costilla. La imagen más familiar que se conoce fue pintada por Joaquín Ramírez por encargo de Maximiliano de Habsburgo, la cual se ha reproducido como el verdadero rostro del insurgente. La única representación cercana al cura de Dolores es una estatuilla creada por Clemente Terrazas que se conserva en el Castillo de Chapultepec.






5. La columna de la Independencia es un ángel
Tampoco. Se trata de una victoria alada, la cual puede identificarse con la diosa griega Nike, diosa de la victoria. Las victorias aladas son, desde la época de los griegos una representación del triunfo.








6. Al tocar la campana Hidalgo reunió a una multitud.
Pues no. Aquel día era domingo y era día de plaza, muchos de los seguidores del Padre de la Patria llegaron a escuchar la primera misa. Incluso hay versiones que señalan que Hidalgo los invitó diciendo: “Al que me siga a caballo le daré un peso; y a los de a pié, un tostón”.


7. Hidalgo dudó en atacar la ciudad de México lo cual habría terminado la guerra de independencia.
No se trataba de una duda. Hidalgo había consentido que la turba cometiera todo tipo de abusos contra la población civil lo cual provocó su distanciamiento con Ignacio Allende. Al no tomar la ciudad de México, Hidalgo trataba de preservarla de los actos de rapiña de la plebe, sin embargo; aquello significaría uno de sus más caros errores.

8. Hidalgo tenía unas sobrinas muy queridas.
Tomado en tono burlesco por los literatos, encubre una gran verdad, Hidalgo tuvo cinco hijos con tres mujeres distintas, tres descendientes mujeres: Agustina, Micaela y María y dos varones: Lino y Joaquín. Algunos de los descendientes de Hidalgo en cualquiera de sus ramas, aún pueden ser identificados.

9. Existió un “padre de la Patria” no reconocido.
Sí. Se trata de Epigmenio González, comerciante que formó parte de la conspiración de Querétaro y encargado de hacer cartuchos explosivos para la causa. Al descubrirse la conspiración fue encarcelado y enviado a una prisión en Manila, Filipinas. Fue liberado en 1836 y regresó a México cuando los padres de la Patria oficiales ya habían sido reconocidos.






10. El abrazo de Acatempan

Considerado como el acto que puso fin a la guerra de Independencia, ha sido puesto en duda por diversos autores como Lucas Alamán quien señala que Guerrero no confiaba en Iturbide y envió al teniente José Figueroa aquel 10 de enero de 1821 para reunirse con Iturbide en Teloloapan.

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